Artículo 83 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999), que reza: “La salud es un
derecho social fundamental, obligación del Estado que lo garantizará como parte
del derecho a la vida... y promoverá y desarrollará políticas orientadas a
elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios”.
Las políticas del Ministerio del
Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología las cuales
están orientadas a mejorar la equidad en el acceso a la educación, propiciando
que el proceso se realice: a) Brindando oportunidades de estudios a la
población excluida. b) Ofreciendo calidad y pertinencia en sus programas
académicos. c) Creando nuevas instituciones, extensiones o programas en
regiones desatendidas. d) Promover y apoyar instituciones orientadas a la
adopción de estrategias escolarizadas con tecnologías de información y
comunicación para ampliar las posibilidades de acceso en el logro de los
procesos educativos abiertos, flexibles y permanentes. e) Fomentar las
vinculaciones de los procesos formativos con los campos de desempeño
profesional y el contexto sociocultural.
El Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación señala: “garantizar los accesos al conocimiento para
universalizar la educación universitaria con pertinencia” entre ellas
Municipalización de la Educación Universitaria (Misión Alma Mater).
Igualmente, la Ley de Ejercicio
Profesional de la Enfermería (2005), en su artículo 2, explica: “por ejercicio
de la enfermería cualquier actividad que propenda al cuido de la salud y la
calidad de vida, promoción, prevención, participación de su tratamiento…”
Propendió 2: “sustentado en una interacción humana y social…su esencia cuidar,
promover la salud, prevenir, rehabilitar y contribuir a una vida digna de la
persona”. Por tanto, la propuesta de Formación del enfermero y la enfermera
integral comunitaria, se centra en:
El cuidado Humano, como medio
para la promoción de la vida, la salud de las personas, familias y comunidades,
la prevención, la participación en el tratamiento y la readaptación a sus
situaciones de salud.
La interdisciplinariedad y
transdisciplinariedad para la construcción del conocimiento y saberes y la
humanización del equipo de salud, donde prevalezca la comunicación humana, la
participación en las situaciones de salud de las personas, familias y comunidad
para promover el autocuidado, la salud como un bien, un valor y un servicio,
además de un derecho social y seguridad.
La conjugación de los saberes
científicos y populares para fortalecer la nueva cultura en salud, la
conciencia social, el cuidado humano de las personas, familias y comunidad a
través de la prestación de un servicio de salud integral de calidad y eficiente
con una visión del humano como ser social en todas sus dimensiones e inmerso en
un contexto cultural determinado.
La participación directa en y con
las comunidades, desde el inicio de su formación académica para promocionar la
vida y la salud, a través del cuidado humano con la promoción del autocuidado,
para que las personas y las comunidades asuman como propio el cuidado de sí
mismos a través de práctica de conductas saludables y del ambiente que los
rodea.
En un modelo flexible,
participativo, presencial, tutorías, el estudio independiente y otras formas de
presencialidad en un ambiente de aprendizaje que propicie el encuentro entre el
estudiante y la realidad social de la salud.
El uso de las tecnologías de
información, basado en los principios de formación integral, el pensamiento
crítico, creativo que conjuga lo humanístico y lo ético con lo
científico-tecnológico, para insertarse e integrarse al trabajo con las
comunidades, lo que le permite al estudiante conocer los indicadores de salud;
así formular los diagnósticos de necesidades reales y sentidas para abordar la
problemática.
Con ello se busca alcanzar la
vinculación de los y las participantes con su escenario de acción, con las
instituciones del sector salud en los tres niveles de atención, con el ambiente
educativo y la comunidad en general, conociendo a profundidad sus actores,
roles e iniciar la construcción colectiva de la cultura en salud integral; a
través de un análisis exhaustivo de la realidad que vive y se convive con la
comunidad, en cuanto a la situación de salud detectado.
De lo antes expuesto, se observa
la necesidad de continuar profundizando en la nueva cultura y política en salud
que responda a las condiciones demográficas, epidemiológicas, económicas y
sociales existentes. Surge así, la necesidad de formar profesionales en enfermería
con una visión integral del ser colectivo, para un cuidado humano de las
personas, familias y comunidades.
Estos principios están mediados
por las siguientes modalidades: a) Métodos abiertos, flexible, participativos,
presénciales, y otras formas de presencialidad, la educación no convencional
con acompañamiento permanente que induzca al estudiante en el proceso de
formación a la investigación, organización, análisis, interpretación e
integración en la construcción del conocimientos y a la resolución de los
problemas en la gestión de los servicios, del cuidado de la salud de la
persona, familias y comunidades y b) El escenario para la formación del
enfermero y la enfermera Integral comunitaria, será el establecimiento de salud
de su localidad como punto de partida para el abordaje de la comunidad donde promoverá la participación ciudadana
que asegure el derecho a la vida y el cuidado de la salud, consolide los valores humanos, la
convivencia humana, la capacidad de respetar la vida, el equilibrio ecológico,
el mundo y la vida. También orientará la asistencia en salud a través del
cuidado humano, del autocuidado y de acciones en todo el colectivo que ayuden a
utilizar su fuerza o poder interior para mejorar el estado de bienestar social
conforme evolucionan hacia estadios superiores de conciencia y de salud